Se puede pensar que cuando alguien insiste de manera pertinaz en demostrarse algo a si misma, intentando explicárselo a los demás, es más por querer auto convencerse de que lo que dice está de total acuerdo con lo que piensa de ella misma, y más alejado de que la tal condición, o idea, haya sido asumida plenamente y se actúe en consecuencia sin contradicciones. Tiene por tanto, toda la característica de un fracaso ideológico anunciado a la inversa.
Un ejemplo de esto, o varios, están a disposición de cualquiera que sepa buscar en Internet, y la persona protagonista es la peculiar “Mme. Cloniramis”. Aparentemente su vida es una lucha por conseguir algo que no alcanza, como es el tener la perfecta convicción de que ha llegado a una fase en la que la erradicación de la divinidad suprema, llamada dios, ha sido lograda después de un debate y experiencia de años. Para ello no deja de recordarlo a los demás allá donde escribe, y como suele hacerlo en unos cuantos foros es fácil encontrar sus post de reafirmación atea, dispensados generosamente. Cuando se leen dichos post, se podría suponer que se está ante una persona totalmente libre de sentimientos religiosos, algunas veces muy agresiva con aquellos que no comparten su ateísmo militante, que habría sido capaz y puede que lo desease, de conducir ella misma uno de los buses publicitarios (primero lo hicieron en Londres) que mostraban aquel texto en sus laterales, objeto central de la campaña de Richard Dawkins hace muy pocos años, intentando hacer pensar a todo el que lo viese que dios no era una certeza. Campaña tan fútil como si a cualquier departamento de publicidad de una de las grandes creencias, les diese por hacer lo mismo para afirmarse en su propia fe, a ver si de esa manera se convencían algunos irredentos montaraces librepensadores en esta sociedad del bienestar (y occidental, no lo olvidemos) tan carente de sentimientos religiosos.
La precocidad de esta persona en cuanto a sus convicciones llama la atención, de creer lo que dice, y habría que saber por qué lo dice, cuando en cierta web afirmó: Y vamos, sobre la primera comunión...no todas las niñas estan alegres y saltan de alegria, para mi fue un atentado contra mi libertad . Así, tal cuál, más parece estar leyendo a la aburrida y aguafiestas Mafalda, sí, el personaje de Quino, qué a Clorinamis "la Douce", pues así la han adjetivado, tan tiernamente, en uno de esos ateoforos en los que suele escribir y hasta moderar puesto que tal potestad le ha sido otorgada por el webmaster. Cosa que tomada fuera del contexto de la época y de la etapa infantil, no tendría más trascendencia que otras obligaciones a que nos sometían entonces, boicoteando esa libertad individual las horas que se pasaba dentro y más en un colegio de religiosas, algo añadido y lógico, cuando se es niño. Que el acto era una pesadez enorme, pues sí, todo el rato pendiente de no mancharte el albo atuendo y repartiendo recordatorios a los invitados, pero tenía sus ventajas, una vez se olvidaban del tierno protagonista, éste podía acudir a la cacerola del chocolate y hartarse hasta reventar con la bollería, esas medias lunas, mojando en él y además te daban regalitos, manteniendo el recurso de utilizar el nacarado misalito, como arma contundente cuando otros niños-niñas, se empeñaban en fastidiarte dándote pataditas durante el acto o después. Lo mismo es que en su caso, lo del chocolate falló y desde entonces quedó frustrada, necesitada de hacer algo en contra de aquel momento represor, y como para quitarse un estigma impuro y forzado, terminó por acudir al arzobispado y solicitar la abjuración mediante el trámite legal eclesiástico para la apostasía (de una lentitud apabullante) porque sin él, las convicciones le parecerían incompletas.
La militancia atea de Mme Cloniramis es una de sus banderas, quizá la primera en ser alzada en esos foros de los sin dios, que existen por la red. Goza con ello, disfruta haciéndolo al sentirse reforzada en cada post que escribe, y de verse reflejada en un espejo, hasta una ligera expresión en el rostro de incipiente felicidad podría ser observada, mientras parece decirse: ¡pero que atea que soy! ó ¡yo soy el ateísmo! Como remate y sello de su pretendida convicción, la estampación de una firma para dejar bien claro que aquí no hay mandangas, se hacía necesaria y por ello decidió escoger una de esas frases apócrifas, que siempre quedan bien y que en muchos casos suele decir mucho del que la adopta. Mme Cloniramis se decidió por una de cariz ácrata y bien conocida: “La única iglesia que ilumina es la iglesia que arde”. Es decir que para estar de acuerdo con la esencia y la forma de dicha cita, esta señora no habría dudado en convertir en cenizas, cualquiera, o todos los templos que se hubiera encontrado en su camino, si hubiera tenido los medios de lograrlo. No hay duda de que la frasecilla de marras es todo un canto a la violencia y a la intolerancia, valores que la misma mme Cloniramis se empeña también en recordarnos que son principios básicos de su formación humana, asumidos sin la más mínima duda. Cosa que ya tiene bemoles...
Sin embargo el afán "piro-fílico" de esta señora parece disolverse cuando se leen otros post en otros foros menos combativos como su foro de temática “egipcia”, sin texto apenas, acompañados de fotografías suyas (desenfocadas como es de rigor) dentro de lugares “sacros”. Así nos encontramos con que ella es una asidua visitante de iglesias de diferentes confesiones y se deleita con los cantos sacros que a lo largo de siglos los monjes han conservado. ¿Es entonces menos atea y víctima de un soplo disuasivo de la divinidad que la obligó a dejar la antorcha en la puerta e incluso a apagarla? Al parecer, ya no pasan por la mente de la "Douce Incendiaire" los pensamientos hacia la iglesia de ¡arde, puta, arde! Habiéndose transmutado su anterior furor en un ¿pleno arrobamiento cuasi místico? Todo un ejemplo de contradicción manifiesta, con lo que dice sobre su condición atea y con la misma firma. Como no podría faltar, uno de sus clones hembra, tocada con el avatar de una protagonista de serie televisiva, comenta: que iglesia tan bonita !!!! y otro suyo, también hembra, adornado con el de un sethiano ser y de nombre asociado al de una conocida brujita pechugona con peluca azabache, protagonista de una película de finales de los ochenta, la cuál, comenta: muy buenas las fotos!! (las desenfocadas, sobre todo...)
¡Menos mal que no llegó a quemarla! que si no, mme. Clorinamis no podría haber lanzado esos piropos a su otro yo.
En esa carrera de autoafirmación atea, la buena señora suele felicitar, cuando llegan esas pastosas fechas navideñas, no con las felicitaciones al uso, de la burrita y el ovino, con el sonrosado y regordete infante divino que nos obligan a contemplar por doquier (en visible proceso de retirada año tras año, todo hay que decirlo, puesto que la fe se pierde), sino con su propio lema de: ¡feliz solsticio de invierno! Que no viene a cuento y además nunca suele ser correspondido por los asombrados visitantes de su foro, los auténticos, unos porque ya la conocen y otros porque no. De esa forma, la felicitación resulta, además de vacua, totalmente inconsistente que provoca un histrionismo extra. Sin embargo, como ejemplo de lo que comentaba en la anterior entrada, sus diferentes clones aparecen a echar el capote ante el deslucimiento de la faena y alguno le da la razón, mientras que otros lo que hacen es felicitar las santas navidades como cualquier simple mortal que recurre a dicha costumbre de la manera más rutinaria. Sí, así es, sus clones (ella misma, lo recuerdo) hacen gala de festiva religiosidad costumbrista, teniendo como resultado que la idea de que dicha persona no sabe realmente que es lo que piensa muy dentro de sí misma, o nos quiere tomar por necios, con un estudiado y pretendido engaño. Me cabe la duda de que si ella no celebra la Navidad, con el hartazgo de dulces y demás delicias de las fechas, quizá lo celebre a la usanza pagana, tomando en vez de huevo hilado, raíces de mandrágora, y en vez de turrones variados, dosis generosas de belladona, con el consiguiente resultado gástrico y alucinógeno que acompaña tales ingestiones, digo esto porque tal vez de esta forma se expliquen tantas contradicciones y tanto texto incoherente fabricado con frases defectuosas redactadas a toda pastilla.
Cosas que suceden en el mundo particular de Cloniramis.
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