jueves, 3 de marzo de 2011

Cuando los clones y los robots se unen.

Hace un tiempo, tuve la experiencia de participar en un foro cuya temática era el Antiguo Egipto. Captado por tan interesante tema me di de alta y comencé a redactar mensajes algo más elaborados (para ser exacto, mucho más elaborados) que la media. Lo que nunca se sabe al principio es quién te va a responder. Como suelo entrar a saco algunas veces, vista la interminable condición humana de no profundizar en lo que se dice, respondiendo a foristas que escriben lo primero que se les pasa, solía recibir contestaciones algo dolidas, cuando no, subidas de tono, por la lógica reacción provocada cuando no gusta lo que se opina de lo que se dice sobre aquello escrito y todo hay que decirlo, porque a veces cargo en demasía contra ellos.

La cuestión es que esta reacción lógica no tiene más trascendencia que aquella inmediata, salvo que se quiera entrar en debate y convertir el intercambio de mensajes en un duelo a cuál más acertado en cuanto a términos y frases escogidas. Sin embargo esta situación me resulta más aceptable que otra diferente, aquella en la que los que responden, dándote la razón o la contraria, lo hacen no por el gusto del debate centrado en el tema escogido, si no por el interés de que ese foro y de paso la web a la que pertenece, obtengan más entradas y con ello puedan estar más alto en un ranking que el "admin" (esto de admin es que me parece una cursilería mayúscula, pero así son las cosas) creador de dicha web, conoce.

Cuando el objetivo único es que esa web esté situada en lo más alto que se pueda, (algo lógico y buscado por los internautas), a cambio de abusar del copy-paste hasta la búsqueda de alcanzar el límite, a lo que jamás llega, sabiendo que la inmensa mayoría nunca va a leer tanta cantidad de texto noticioso o no. Cuando a cambio de rellenar y rellenar espacios de texto con a lo sumo una frase y en la mayoría de las veces con tan sólo un par de palabras o tres, (algo menos utilizado) lo de menos es el tema a debatir, la genialidad, el acierto o el error (a corregir, si se tercia, porque en Internet se traga con todo lo escrito), el gusto por la palabra con significado o por la frase única y penetrante queda relegado al margen, a lo superfluo. Entonces, surge la duda de para qué escribir líneas con sentido si tendrán ese final. Y uno se va desanimando, hasta que deja de escribir, no sin cierto sinsabor y a veces malestar.

El desánimo y el envite al espacio, mandando todo al cuerno, suele suceder más pronto o más tarde, pero que se acelera en cuánto se descubre que la mayoría de los que responden, con esas frases hechas, huecas, tópicas, a veces sin sentido y con raquitismo textual extremo, son "nicks" que pertenecen a la misma persona, en un gran porcentaje, la misma que administra esa web.

Todo podría quedar ahí, en un intento por subirla a costa de que otros le den cierto caldo al guiso, mientras el webmaster da sus toques innecesarios para el tema, pero fundamentales para su ascenso. Podría quedar pero no queda... porque en algunos casos el objetivo de ese combate por situarla en lo más alto, va aparejado con un posible deterioro psíquico, al convertirse este pasatiempo en una razón de vivir, obsesionándose por cualquier situación que no se controle de inmediato. Necesitando crear más y más nicks conforme pasan los días hasta alcanzar cifras desorbitantes, que son utilizados durante un tiempo para ser sustituidos conforme otros se crean, todo para que cada vez haya más, ya que esa medida permite catapultar la web hacia puestos mejores.

Con esa puesta de miras, se decide que hay que subir las visitas y para ello nada mejor al recurso de utilizar esos "robots" virtuales, que hacen que parezca que a las páginas acuden muchos visitiantes, cuando no es así, sucediendo que estos deambulantes virtuales se quedan en la misma página (suele ser el índice del foro) durante horas y horas. Así en vez de los 4 ó 6 (o hasta una docena, ya puestos, eso sería lo cotidiano) que suelen pasarse por esa web diariamente, las visitas ascienden exponencialmente hasta alcanzar los diez o 20 veces más. No son muchos, pero si pudiera mejorarlo seguro que lo haría hasta tener, 12 o 15 reales y 1500 0 2000 ficticios. Si con eso ha conseguido satisfacer sus necesidades emocionales básicas o existenciales, lo dará por válido.

La obsesión puede llegar a agravarse de tal forma en la que ya el administrador no se conforma en responder a los que no son él, y comienza a responderse a sí mismo, es decir, a sus nicks, algunas veces contradiciendo lo dicho por uno y otras, las más, para alabarse y decirse lo bonito que es, lo bien que escribe o lo maravillosas que son sus fotografías, cuando la puñetera realidad es que estéticamente suele dejar mucho que desear, escribiendo suele ser bastante mediocre, cayendo en incoherencias manifiestas y como fotógrafo suele ser también muy limitado creativamente. A primera vista lo que uno deduce es que esa persona tiene un complejo de algún tipo, necesitado de reconocimiento general que como no lo consigue de otra forma, ha de recurrir a Internet y dentro de ella a la autoadmiración.

Lo lamentable, al menos para mi, es que otros que padecen esto, más cercanos a esa persona, no se dan cuenta de lo que en realidad les sucede, y así tratan a cada nick como si de una persona diferente, real, estuviera detrás de cada uno de ellos. Real sí que es, pero la misma. De esta forma sucede que a veces en la intimidad de los privados, se puede llegar a decir algo que no se hubiera dicho de saber quién era verdaderamente. A veces hay cándidos que descienden al nirvana amoroso rendidos por una niebla mañanera que oculta la visión del "sol", enamorados perdidamente por el reflejo de aquél, creyendo estar ante una aún joven persona, engañados por lo que dice, sin saber que esa persona que el piensa otra, tiene bastantes años encima ya (no voy a ser cruel diciendo la edad auténtica), físicamente no es como se la imagina (voy a ser piadoso o eufemístico) y encima le tiene cierta ojeriza después de haber viajado con ella a tierras nilóticas, porque sí, esto es lo más curioso, encima se conocen.

El remate es cuando el administrador, amante de robots, de clones (por ejemplo, de 400 miembros en un o de sus foros puede tener... ¿la cuarta parte al menos? ¡¡¡o más!!!), insatisfecho consigo mismo pero necesitado de autoalabarse, termina por creerse ese mundo que ha inventado, considerando además que todo aquel que no le sigue el juego está contra él, cayendo en una vorágine que le atrapa al pensar que los demás están en su contra, y que es víctima de un acoso constante y pertinaz. Al final ve trolls por doquier, sin tener en cuanta que con tantos clones, con tantos robots, el único troll de su propia web, de su propio foro, es él mismo, o ella...

Claro que, esto son cosas que suceden en Internet... y en el mundo de Cloniramis.

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