miércoles, 9 de marzo de 2011

La mujer que quiso ser atea... y nunca lo consiguió.

Se puede pensar que cuando alguien insiste de manera pertinaz en demostrarse algo a si misma, intentando explicárselo a los demás, es más por querer auto convencerse de que lo que dice está de total acuerdo con lo que piensa de ella misma, y más alejado de que la tal condición, o idea, haya sido asumida plenamente y se actúe en consecuencia sin contradicciones. Tiene por tanto, toda la característica de un fracaso ideológico anunciado a la inversa.

Un ejemplo de esto, o varios, están a disposición de cualquiera que sepa buscar en Internet, y la persona protagonista es la peculiar “Mme. Cloniramis”. Aparentemente su vida es una lucha por conseguir algo que no alcanza, como es el tener la perfecta convicción de que ha llegado a una fase en la que la erradicación de la divinidad suprema, llamada dios, ha sido lograda después de un debate y experiencia de años. Para ello no deja de recordarlo a los demás allá donde escribe, y como suele hacerlo en unos cuantos foros es fácil encontrar sus post de reafirmación atea, dispensados generosamente. Cuando se leen dichos post, se podría suponer que se está ante una persona totalmente libre de sentimientos religiosos, algunas veces muy agresiva con aquellos que no comparten su ateísmo militante, que habría sido capaz y puede que lo desease, de conducir ella misma uno de los buses publicitarios (primero lo hicieron en Londres) que mostraban aquel texto en sus laterales, objeto central de la campaña de Richard Dawkins hace muy pocos años, intentando hacer pensar a todo el que lo viese que dios no era una certeza. Campaña tan fútil como si a cualquier departamento de publicidad de una de las grandes creencias, les diese por hacer lo mismo para afirmarse en su propia fe, a ver si de esa manera se convencían algunos irredentos montaraces librepensadores en esta sociedad del bienestar (y occidental, no lo olvidemos) tan carente de sentimientos religiosos.

La precocidad de esta persona en cuanto a sus convicciones llama la atención, de creer lo que dice, y habría que saber por qué lo dice, cuando en cierta web afirmó: Y vamos, sobre la primera comunión...no todas las niñas estan alegres y saltan de alegria, para mi fue un atentado contra mi libertad . Así, tal cuál, más parece estar leyendo a la aburrida y aguafiestas Mafalda, sí, el personaje de Quino, qué a Clorinamis "la Douce", pues así la han adjetivado, tan tiernamente, en uno de esos ateoforos en los que suele escribir y hasta moderar puesto que tal potestad le ha sido otorgada por el webmaster. Cosa que tomada fuera del contexto de la época y de la etapa infantil, no tendría más trascendencia que otras obligaciones a que nos sometían entonces, boicoteando esa libertad individual las horas que se pasaba dentro y más en un colegio de religiosas, algo añadido y lógico, cuando se es niño. Que el acto era una pesadez enorme, pues sí, todo el rato pendiente de no mancharte el albo atuendo y repartiendo recordatorios a los invitados, pero tenía sus ventajas, una vez se olvidaban del tierno protagonista, éste podía acudir a la cacerola del chocolate y hartarse hasta reventar con la bollería, esas medias lunas, mojando en él y además te daban regalitos, manteniendo el recurso de utilizar el nacarado misalito, como arma contundente cuando otros niños-niñas, se empeñaban en fastidiarte dándote pataditas durante el acto o después. Lo mismo es que en su caso, lo del chocolate falló y desde entonces quedó frustrada, necesitada de hacer algo en contra de aquel momento represor, y como para quitarse un estigma impuro y forzado, terminó por acudir al arzobispado y solicitar la abjuración mediante el trámite legal eclesiástico para la apostasía (de una lentitud apabullante) porque sin él, las convicciones le parecerían incompletas.

La militancia atea de Mme Cloniramis es una de sus banderas, quizá la primera en ser alzada en esos foros de los sin dios, que existen por la red. Goza con ello, disfruta haciéndolo al sentirse reforzada en cada post que escribe, y de verse reflejada en un espejo, hasta una ligera expresión en el rostro de incipiente felicidad podría ser observada, mientras parece decirse: ¡pero que atea que soy! ó ¡yo soy el ateísmo! Como remate y sello de su pretendida convicción, la estampación de una firma para dejar bien claro que aquí no hay mandangas, se hacía necesaria y por ello decidió escoger una de esas frases apócrifas, que siempre quedan bien y que en muchos casos suele decir mucho del que la adopta. Mme Cloniramis se decidió por una de cariz ácrata y bien conocida: “La única iglesia que ilumina es la iglesia que arde”. Es decir que para estar de acuerdo con la esencia y la forma de dicha cita, esta señora no habría dudado en convertir en cenizas, cualquiera, o todos los templos que se hubiera encontrado en su camino, si hubiera tenido los medios de lograrlo. No hay duda de que la frasecilla de marras es todo un canto a la violencia y a la intolerancia, valores que la misma mme Cloniramis se empeña también en recordarnos que son principios básicos de su formación humana, asumidos sin la más mínima duda. Cosa que ya tiene bemoles...

Sin embargo el afán "piro-fílico" de esta señora parece disolverse cuando se leen otros post en otros foros menos combativos como su foro de temática “egipcia”, sin texto apenas, acompañados de fotografías suyas (desenfocadas como es de rigor) dentro de lugares “sacros”. Así nos encontramos con que ella es una asidua visitante de iglesias de diferentes confesiones y se deleita con los cantos sacros que a lo largo de siglos los monjes han conservado. ¿Es entonces menos atea y víctima de un soplo disuasivo de la divinidad que la obligó a dejar la antorcha en la puerta e incluso a apagarla? Al parecer, ya no pasan por la mente de la "Douce Incendiaire" los pensamientos hacia la iglesia de ¡arde, puta, arde! Habiéndose transmutado su anterior furor en un ¿pleno arrobamiento cuasi místico? Todo un ejemplo de contradicción manifiesta, con lo que dice sobre su condición atea y con la misma firma. Como no podría faltar, uno de sus clones hembra, tocada con el avatar de una protagonista de serie televisiva, comenta: que iglesia tan bonita !!!! y otro suyo, también hembra, adornado con el de un sethiano ser y de nombre asociado al de una conocida brujita pechugona con peluca azabache, protagonista de una película de finales de los ochenta, la cuál, comenta: muy buenas las fotos!! (las desenfocadas, sobre todo...)
¡Menos mal que no llegó a quemarla! que si no, mme. Clorinamis no podría haber lanzado esos piropos a su otro yo.

En esa carrera de autoafirmación atea, la buena señora suele felicitar, cuando llegan esas pastosas fechas navideñas, no con las felicitaciones al uso, de la burrita y el ovino, con el sonrosado y regordete infante divino que nos obligan a contemplar por doquier (en visible proceso de retirada año tras año, todo hay que decirlo, puesto que la fe se pierde), sino con su propio lema de: ¡feliz solsticio de invierno! Que no viene a cuento y además nunca suele ser correspondido por los asombrados visitantes de su foro, los auténticos, unos porque ya la conocen y otros porque no. De esa forma, la felicitación resulta, además de vacua, totalmente inconsistente que provoca un histrionismo extra. Sin embargo, como ejemplo de lo que comentaba en la anterior entrada, sus diferentes clones aparecen a echar el capote ante el deslucimiento de la faena y alguno le da la razón, mientras que otros lo que hacen es felicitar las santas navidades como cualquier simple mortal que recurre a dicha costumbre de la manera más rutinaria. Sí, así es, sus clones (ella misma, lo recuerdo) hacen gala de festiva religiosidad costumbrista, teniendo como resultado que la idea de que dicha persona no sabe realmente que es lo que piensa muy dentro de sí misma, o nos quiere tomar por necios, con un estudiado y pretendido engaño. Me cabe la duda de que si ella no celebra la Navidad, con el hartazgo de dulces y demás delicias de las fechas, quizá lo celebre a la usanza pagana, tomando en vez de huevo hilado, raíces de mandrágora, y en vez de turrones variados, dosis generosas de belladona, con el consiguiente resultado gástrico y alucinógeno que acompaña tales ingestiones, digo esto porque tal vez de esta forma se expliquen tantas contradicciones y tanto texto incoherente fabricado con frases defectuosas redactadas a toda pastilla.

Cosas que suceden en el mundo particular de Cloniramis.

jueves, 3 de marzo de 2011

Cuando los clones y los robots se unen.

Hace un tiempo, tuve la experiencia de participar en un foro cuya temática era el Antiguo Egipto. Captado por tan interesante tema me di de alta y comencé a redactar mensajes algo más elaborados (para ser exacto, mucho más elaborados) que la media. Lo que nunca se sabe al principio es quién te va a responder. Como suelo entrar a saco algunas veces, vista la interminable condición humana de no profundizar en lo que se dice, respondiendo a foristas que escriben lo primero que se les pasa, solía recibir contestaciones algo dolidas, cuando no, subidas de tono, por la lógica reacción provocada cuando no gusta lo que se opina de lo que se dice sobre aquello escrito y todo hay que decirlo, porque a veces cargo en demasía contra ellos.

La cuestión es que esta reacción lógica no tiene más trascendencia que aquella inmediata, salvo que se quiera entrar en debate y convertir el intercambio de mensajes en un duelo a cuál más acertado en cuanto a términos y frases escogidas. Sin embargo esta situación me resulta más aceptable que otra diferente, aquella en la que los que responden, dándote la razón o la contraria, lo hacen no por el gusto del debate centrado en el tema escogido, si no por el interés de que ese foro y de paso la web a la que pertenece, obtengan más entradas y con ello puedan estar más alto en un ranking que el "admin" (esto de admin es que me parece una cursilería mayúscula, pero así son las cosas) creador de dicha web, conoce.

Cuando el objetivo único es que esa web esté situada en lo más alto que se pueda, (algo lógico y buscado por los internautas), a cambio de abusar del copy-paste hasta la búsqueda de alcanzar el límite, a lo que jamás llega, sabiendo que la inmensa mayoría nunca va a leer tanta cantidad de texto noticioso o no. Cuando a cambio de rellenar y rellenar espacios de texto con a lo sumo una frase y en la mayoría de las veces con tan sólo un par de palabras o tres, (algo menos utilizado) lo de menos es el tema a debatir, la genialidad, el acierto o el error (a corregir, si se tercia, porque en Internet se traga con todo lo escrito), el gusto por la palabra con significado o por la frase única y penetrante queda relegado al margen, a lo superfluo. Entonces, surge la duda de para qué escribir líneas con sentido si tendrán ese final. Y uno se va desanimando, hasta que deja de escribir, no sin cierto sinsabor y a veces malestar.

El desánimo y el envite al espacio, mandando todo al cuerno, suele suceder más pronto o más tarde, pero que se acelera en cuánto se descubre que la mayoría de los que responden, con esas frases hechas, huecas, tópicas, a veces sin sentido y con raquitismo textual extremo, son "nicks" que pertenecen a la misma persona, en un gran porcentaje, la misma que administra esa web.

Todo podría quedar ahí, en un intento por subirla a costa de que otros le den cierto caldo al guiso, mientras el webmaster da sus toques innecesarios para el tema, pero fundamentales para su ascenso. Podría quedar pero no queda... porque en algunos casos el objetivo de ese combate por situarla en lo más alto, va aparejado con un posible deterioro psíquico, al convertirse este pasatiempo en una razón de vivir, obsesionándose por cualquier situación que no se controle de inmediato. Necesitando crear más y más nicks conforme pasan los días hasta alcanzar cifras desorbitantes, que son utilizados durante un tiempo para ser sustituidos conforme otros se crean, todo para que cada vez haya más, ya que esa medida permite catapultar la web hacia puestos mejores.

Con esa puesta de miras, se decide que hay que subir las visitas y para ello nada mejor al recurso de utilizar esos "robots" virtuales, que hacen que parezca que a las páginas acuden muchos visitiantes, cuando no es así, sucediendo que estos deambulantes virtuales se quedan en la misma página (suele ser el índice del foro) durante horas y horas. Así en vez de los 4 ó 6 (o hasta una docena, ya puestos, eso sería lo cotidiano) que suelen pasarse por esa web diariamente, las visitas ascienden exponencialmente hasta alcanzar los diez o 20 veces más. No son muchos, pero si pudiera mejorarlo seguro que lo haría hasta tener, 12 o 15 reales y 1500 0 2000 ficticios. Si con eso ha conseguido satisfacer sus necesidades emocionales básicas o existenciales, lo dará por válido.

La obsesión puede llegar a agravarse de tal forma en la que ya el administrador no se conforma en responder a los que no son él, y comienza a responderse a sí mismo, es decir, a sus nicks, algunas veces contradiciendo lo dicho por uno y otras, las más, para alabarse y decirse lo bonito que es, lo bien que escribe o lo maravillosas que son sus fotografías, cuando la puñetera realidad es que estéticamente suele dejar mucho que desear, escribiendo suele ser bastante mediocre, cayendo en incoherencias manifiestas y como fotógrafo suele ser también muy limitado creativamente. A primera vista lo que uno deduce es que esa persona tiene un complejo de algún tipo, necesitado de reconocimiento general que como no lo consigue de otra forma, ha de recurrir a Internet y dentro de ella a la autoadmiración.

Lo lamentable, al menos para mi, es que otros que padecen esto, más cercanos a esa persona, no se dan cuenta de lo que en realidad les sucede, y así tratan a cada nick como si de una persona diferente, real, estuviera detrás de cada uno de ellos. Real sí que es, pero la misma. De esta forma sucede que a veces en la intimidad de los privados, se puede llegar a decir algo que no se hubiera dicho de saber quién era verdaderamente. A veces hay cándidos que descienden al nirvana amoroso rendidos por una niebla mañanera que oculta la visión del "sol", enamorados perdidamente por el reflejo de aquél, creyendo estar ante una aún joven persona, engañados por lo que dice, sin saber que esa persona que el piensa otra, tiene bastantes años encima ya (no voy a ser cruel diciendo la edad auténtica), físicamente no es como se la imagina (voy a ser piadoso o eufemístico) y encima le tiene cierta ojeriza después de haber viajado con ella a tierras nilóticas, porque sí, esto es lo más curioso, encima se conocen.

El remate es cuando el administrador, amante de robots, de clones (por ejemplo, de 400 miembros en un o de sus foros puede tener... ¿la cuarta parte al menos? ¡¡¡o más!!!), insatisfecho consigo mismo pero necesitado de autoalabarse, termina por creerse ese mundo que ha inventado, considerando además que todo aquel que no le sigue el juego está contra él, cayendo en una vorágine que le atrapa al pensar que los demás están en su contra, y que es víctima de un acoso constante y pertinaz. Al final ve trolls por doquier, sin tener en cuanta que con tantos clones, con tantos robots, el único troll de su propia web, de su propio foro, es él mismo, o ella...

Claro que, esto son cosas que suceden en Internet... y en el mundo de Cloniramis.

La mujer que quiso ser atea... y nunca lo consiguió.

Se puede pensar que cuando alguien insiste de manera pertinaz en demostrarse algo a si misma, intentando explicárselo a los demás, es más p...